Salud cardiovascular en comunidades rurales: estudio revela los impactos de los factores sociales
Salud cardiovascular en comunidades rurales: estudio revela los impactos de los factores sociales
Salud cardiovascular en comunidades rurales: estudio revela los impactos de los factores sociales
Apr 1, 2025
Apr 1, 2025
Apr 1, 2025

Imagen ilustrativa. Crédito: Superhomo vía Canva.
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Estudio indica que los adultos de zonas rurales en EE. UU. presentan más problemas cardiovasculares por factores sociales y no solo por el acceso limitado a la atención sanitaria. Descubre qué implica.
Estudio indica que los adultos de zonas rurales en EE. UU. presentan más problemas cardiovasculares por factores sociales y no solo por el acceso limitado a la atención sanitaria. Descubre qué implica.
Estudio indica que los adultos de zonas rurales en EE. UU. presentan más problemas cardiovasculares por factores sociales y no solo por el acceso limitado a la atención sanitaria. Descubre qué implica.
Una investigación publicada en JAMA Cardiology el 31 de marzo de 2025 analizó datos de más de 27 000 adultos en Estados Unidos y desveló una realidad preocupante: los habitantes de áreas rurales sufren más enfermedades cardíacas que quienes viven en entornos urbanos.
Contra lo que muchos piensan, el motivo principal no es la falta de médicos u hospitales. El análisis muestra que condiciones sociales como la pobreza, el acceso a los alimentos y el nivel educativo pesan todavía más en estas disparidades.
Jóvenes adultos rurales afrontan riesgos aún mayores
El estudio dividió a los participantes en tres grupos: zonas rurales (14 %), áreas metropolitanas pequeñas y medianas (54,8 %) y grandes áreas urbanas (31,2 %). Los resultados indican que los adultos de las zonas rurales presentan tasas más altas de hipertensión, colesterol elevado, obesidad, diabetes y enfermedad cardíaca en comparación con los urbanos. Por ejemplo, la prevalencia de hipertensión en las zonas rurales fue del 37,1 %, frente al 30,9 % en las urbanas, lo que supone un riesgo relativo un 20 % mayor.
Además, se observaron desigualdades más acentuadas entre los jóvenes de 20 a 39 años. En este tramo, el riesgo de hipertensión fue un 44 % mayor en las zonas rurales, mientras que el de obesidad se elevó un 54 %. El dato más alarmante fue el riesgo de diabetes: los jóvenes rurales presentaron un riesgo 2,5 veces superior al de los jóvenes urbanos. Esto demuestra que estas afecciones están afectando a la población a edades cada vez más tempranas.
Los factores sociales explican gran parte de las desigualdades
Incluso tras ajustar por el acceso a la sanidad —como disponer de seguro médico o de un médico de referencia—, las diferencias persistieron. Lo mismo ocurrió al considerar hábitos de vida, como el tabaquismo o el sedentarismo, que tampoco explican por completo los resultados.
Al incorporar los factores sociales, los investigadores vieron una reducción notable de las disparidades. Aspectos como el nivel educativo, la inseguridad alimentaria, la pobreza y la tenencia de vivienda resultaron determinantes. Al tener en cuenta estos factores, las diferencias en condiciones como hipertensión, diabetes y enfermedad cardíaca prácticamente desaparecieron. La obesidad fue la única afección en la que la desigualdad, aunque reducida, aún se mantuvo.
Vías para mejorar la salud en las comunidades rurales
El estudio subraya que mejorar el acceso a los servicios sanitarios, aunque importante, no basta. Es preciso invertir en acciones estructurales a largo plazo que incluyan:
Educación de calidad
Reducción de la pobreza
Garantía de la seguridad alimentaria
Estas medidas son esenciales para asegurar que la población rural tenga las mismas oportunidades de salud que la urbana. Sin abordar las raíces sociales de la desigualdad, los problemas cardiovasculares continuarán afectando de forma desproporcionada a millones de personas en el interior de EE. UU.
—
¿Quieres conocer otros hallazgos de esta investigación? Consulta el contenido original aquí.
Una investigación publicada en JAMA Cardiology el 31 de marzo de 2025 analizó datos de más de 27 000 adultos en Estados Unidos y desveló una realidad preocupante: los habitantes de áreas rurales sufren más enfermedades cardíacas que quienes viven en entornos urbanos.
Contra lo que muchos piensan, el motivo principal no es la falta de médicos u hospitales. El análisis muestra que condiciones sociales como la pobreza, el acceso a los alimentos y el nivel educativo pesan todavía más en estas disparidades.
Jóvenes adultos rurales afrontan riesgos aún mayores
El estudio dividió a los participantes en tres grupos: zonas rurales (14 %), áreas metropolitanas pequeñas y medianas (54,8 %) y grandes áreas urbanas (31,2 %). Los resultados indican que los adultos de las zonas rurales presentan tasas más altas de hipertensión, colesterol elevado, obesidad, diabetes y enfermedad cardíaca en comparación con los urbanos. Por ejemplo, la prevalencia de hipertensión en las zonas rurales fue del 37,1 %, frente al 30,9 % en las urbanas, lo que supone un riesgo relativo un 20 % mayor.
Además, se observaron desigualdades más acentuadas entre los jóvenes de 20 a 39 años. En este tramo, el riesgo de hipertensión fue un 44 % mayor en las zonas rurales, mientras que el de obesidad se elevó un 54 %. El dato más alarmante fue el riesgo de diabetes: los jóvenes rurales presentaron un riesgo 2,5 veces superior al de los jóvenes urbanos. Esto demuestra que estas afecciones están afectando a la población a edades cada vez más tempranas.
Los factores sociales explican gran parte de las desigualdades
Incluso tras ajustar por el acceso a la sanidad —como disponer de seguro médico o de un médico de referencia—, las diferencias persistieron. Lo mismo ocurrió al considerar hábitos de vida, como el tabaquismo o el sedentarismo, que tampoco explican por completo los resultados.
Al incorporar los factores sociales, los investigadores vieron una reducción notable de las disparidades. Aspectos como el nivel educativo, la inseguridad alimentaria, la pobreza y la tenencia de vivienda resultaron determinantes. Al tener en cuenta estos factores, las diferencias en condiciones como hipertensión, diabetes y enfermedad cardíaca prácticamente desaparecieron. La obesidad fue la única afección en la que la desigualdad, aunque reducida, aún se mantuvo.
Vías para mejorar la salud en las comunidades rurales
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Estas medidas son esenciales para asegurar que la población rural tenga las mismas oportunidades de salud que la urbana. Sin abordar las raíces sociales de la desigualdad, los problemas cardiovasculares continuarán afectando de forma desproporcionada a millones de personas en el interior de EE. UU.
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¿Quieres conocer otros hallazgos de esta investigación? Consulta el contenido original aquí.
Una investigación publicada en JAMA Cardiology el 31 de marzo de 2025 analizó datos de más de 27 000 adultos en Estados Unidos y desveló una realidad preocupante: los habitantes de áreas rurales sufren más enfermedades cardíacas que quienes viven en entornos urbanos.
Contra lo que muchos piensan, el motivo principal no es la falta de médicos u hospitales. El análisis muestra que condiciones sociales como la pobreza, el acceso a los alimentos y el nivel educativo pesan todavía más en estas disparidades.
Jóvenes adultos rurales afrontan riesgos aún mayores
El estudio dividió a los participantes en tres grupos: zonas rurales (14 %), áreas metropolitanas pequeñas y medianas (54,8 %) y grandes áreas urbanas (31,2 %). Los resultados indican que los adultos de las zonas rurales presentan tasas más altas de hipertensión, colesterol elevado, obesidad, diabetes y enfermedad cardíaca en comparación con los urbanos. Por ejemplo, la prevalencia de hipertensión en las zonas rurales fue del 37,1 %, frente al 30,9 % en las urbanas, lo que supone un riesgo relativo un 20 % mayor.
Además, se observaron desigualdades más acentuadas entre los jóvenes de 20 a 39 años. En este tramo, el riesgo de hipertensión fue un 44 % mayor en las zonas rurales, mientras que el de obesidad se elevó un 54 %. El dato más alarmante fue el riesgo de diabetes: los jóvenes rurales presentaron un riesgo 2,5 veces superior al de los jóvenes urbanos. Esto demuestra que estas afecciones están afectando a la población a edades cada vez más tempranas.
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Al incorporar los factores sociales, los investigadores vieron una reducción notable de las disparidades. Aspectos como el nivel educativo, la inseguridad alimentaria, la pobreza y la tenencia de vivienda resultaron determinantes. Al tener en cuenta estos factores, las diferencias en condiciones como hipertensión, diabetes y enfermedad cardíaca prácticamente desaparecieron. La obesidad fue la única afección en la que la desigualdad, aunque reducida, aún se mantuvo.
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